Más de 15.000 esquiadores inundan las pistas de San Isidro y Leitariegos en el primer fin de semana de la temporada con prácticamente toda la superficie esquiable en servicio.

Después de arrastrar un inicio de temporada tardío y con un déficit endémico de nieve, San Isidro levanta el vuelo más de dos meses después del comienzo de la campaña (el 3 de diciembre). Las intensas nevadas de la última semana han logrado que el enclave blanco haya acumulado en sus espesores máximos de 170 centímetros, convirtiendo a la jornada de ayer en la de mayor oferta de pistas.

A pesar de las bajas temperaturas, el sol consiguió unas condiciones óptimas para la práctica del esquí y el «snowboard» con una calidad de nieve polvo. La estación del Alto Porma cuenta con una superficie esquiable en servicio cercana a los 31 kilómetros entre los 27 de pistas alpinas, tres de los circuitos de esquí nórdico y otros 3,5 del denominado itinerario de vuelta a casa: la senda que comunica Salencias con Cebolledo. Un total de treinta pistas abiertas y catorce remontes.

El buen tiempo y la calidad de la nieve, sumados a la jornada de sábado, arrastraron ayer hasta sus pistas a 4.849 esquiadores y amantes del «snowboard», a los que hay que añadir otros varios cientos que decidieron visitar la estación con su trineo, disfrutando de largos paseos y tomando el sol en las terrazas de sus cafeterías.

Largas colas para adquirir los forfaits tanto en la zona de Salencias como de Cebolledo, con la consiguiente impaciencia y enfado de los usuarios que protestaban ante la falta de personal suficiente. Largas colas también para los remontes, sobre todo, en las horas centrales de la jornada.

Con la estación a pleno rendimiento, sólo a dos meses del fin de la temporada, prevista para el 15 de abril, el sector piensa ya en remontar la campaña, que ya arrastra miles de euros en pérdidas tras dos meses prácticamente en blanco o, en el caso de San Isidro, con un máximo de 2,5 kilómetros esquiables en sus laderas.

Casas rurales, hoteles, hostales, cámpings, apartamentos y albergues vuelven a estar llenos, como corresponde a un buen fin de semana de nieve del mes de febrero. Restaurantes y locales de ocio recobran su pulso en Puebla de Lillo y las poblaciones del entorno de San Isidro. También las tres escuelas de esquí arrancan con fuerza su actividad, al igual que las tiendas de material deportivo y las de alquiler de esquís.

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Fuente: Diario de León