Los hosteleros y empresarios de la zona lamentan pérdidas de beneficios de hasta el 50%.

La temporada de esquí comenzó oficialmente el pasado día 3 de diciembre. Sin embargo hoy, casi un mes después, las estaciones asturianas y leonesas todavía no la han podido estrenar (Salvo San Isidro). El manto blanco habitual de estas fechas se sustituye por una ligera capa de nieve que no permite esquiar ni en Pajares ni en Fuentes de Invierno ni en Leitariegos.

Los últimos copos caídos la noche del miércoles y durante el jueves tampoco fueron suficientes y los aficionados y hosteleros de la zona todavía no pueden respirar tranquilos. Los primeros porque tendrán que seguir esperando para practicar su deporte de invierno y los segundos porque la ausencia de nieve está afectando, y “mucho”, a los negocios de los concejos de Aller y Lena, cuyo turismo invernal está relacionado especialmente con el deporte blanco. Restaurantes, hoteles, cafeterías y tiendas de esquí apuran los últimos días del año con la “esperanza” de que el próximo venga mejor.

“Esta temporada está siendo muy mala”, reconoce José Ángel Martínez, encargado de la cafetería de Fuentes de Invierno. Desde que empezó la temporada mantiene el negocio abierto, sin embargo sus únicos clientes del día son, habitualmente, los propios trabajadores de la estación. “Y ellos también están bajo mínimos”, matiza José Ángel.

Este es el cuarto invierno que está al frente de la cafetería y aunque cree que la situación económica “todavía se puede arreglar”, sí reconoce que perder el mes de diciembre, con el puente de la Constitución y las Navidades, supone reducir en alrededor de un 50 por ciento sus beneficios.

Las previsiones meteorológicas para los próximos días no son muy esperanzadoras. Hasta la noche del domingo no se esperan precipitaciones en forma de nieve en las montañas con lo que las estaciones seguirán cerradas por lo menos unos días más.

Mientras tanto José Vaquero espera en su tienda de alquiler y venta de esquís. Su negocio de Felechosa, Norheim, también nota la falta de nieve. “Las ventas caen un poco, pero el alquiler, obviamente, mucho más. Si la estación no abre, la gente no alquila”. Durante este mes entraron a su tienda “la cuarta parte” de clientes que otros años y también cambió la tendencia de compra. “A la espera de que empiece la temporada compran sobretodo esquís y botas y menos gorros, guantes o gafas”, apunta. Vaquero espera levantar el año todavía, y para ello mantiene en plantilla a sus tres trabajadores habituales. Sin embargo, por el momento tendrá que esperar.

La ausencia de cañones para crear nieve artificial tampoco facilita las cosas. Sin embargo, no parece ser la solución en estos días. “San Isidro tiene cañones y solo una pista disponible”, responden todos. Por el momento solo una llegada de frente frío cambiaría el color de las montañas de la Cordillera Cantábrica.

Pocos recuerdan un inicio de temporada “tan malo” como este. Los negocios que viven de la nieve no solo están viendo como se reducen sus beneficios este invierno, sino que se ven obligados a contar con menos trabajadores. No solo en la estación de esquí, donde se reducen los empleados de mantenimiento a la espera de la apertura de las pistas, sino también en empresas de la zona y que basan su negocio en el deporte blanco. Es el caso de la Escuela de Esquí de Fuentes de Invierno, que por el momento solo tiene una empleada que se dedica a la atención al público, cuando habitualmente puede contratar hasta a 50 monitores. Ante la falta de nieve el nivel de venta de cursillos y clases “es prácticamente nulo”, reconoce Cristina Paniagua. “Hasta que no nieva, la gente no se anima a hacer las inscripciones”.

Y los que sí lo hacen, al final acaban cancelando sus reservas. Muchos de los esquiadores que tenían pensado pasar el puente de diciembre o las vacaciones de navidad esquiando en Fuentes de Invierno o Pajares se han visto obligados a cambiar de planes. Conchita Muñiz es una de las hosteleras que lo está sufriendo. Propietaria de apartamentos y un restaurante en Felechosa, El Molín d’Eloy, ve muy lejos el 100% de ocupación que tenía otros años por estas fechas. “Ahora estamos al 20, si llega”, lamenta. Los aficionados al deporte blanco habían hecho sus planes y habían reservado unos días en la localidad asturiana más cercana a la estación de Fuentes de Invierno. Sin embargo, y ante la falta de nieve, optaron por cancelarlas. “Lo bueno es que sabemos que en cuanto caiga la nieve, van a venir”. Sin embargo, y “según lo que dice todo el mundo, hasta mediados de enero no va a nevar”. Esto hace que pierdan “el mejor mes” de la temporada, que es diciembre. “Aunque se pueda remontar, este año ya no será lo mismo”.

Turismo en las cuencas El de Felechosa es solo un ejemplo de como el cierre de las estaciones de esquí está pasando factura al turismo del concejo de Aller. Su alcalde, David Moreno, reconoce que “el sector se resiente al perder el puente de la Constitución, pero sobretodo, las navidades”, que suelen estar aseguradas casi todos los años.

Aunque no todos los turistas cambian de planes por la falta del manto blanco. “Hay gente en los alojamientos, que habían reservado y se quedaron”. Eso sí, tuvieron que cambiar el plan de viaje, pero el concejo tiene más ofertas. “El senderismo siempre es una alternativa, además de la ruta cultural e industrial”, explica Moreno.

La situación en la estación de Pajares no es muy diferente. A pesar de contar con cañones para utilizar nieve artificial, las condiciones meteorológicas no han permitido su apertura en todo el mes. Los hosteleros de la estación lenense también esperan “como agua de mayo” la primera gran nevada de la temporada, que según parece, esperará ya a 2012.

Estaciones de León Las estaciones leonesas que limitan con el Principado no están corriendo mucha mejor suerte este invierno. Solo San Isidro consiguió abrir alguna de sus pistas aunque ahora solo tiene disponible menos de un kilómetro esquiable.

Leitariegos, en cambio, tampoco ha podido ofrecer nieve a los esquiadores desde que empezó la temporada pese a que emplearon todos sus medios. Después de arrancar los cañones la pasada semana la lluvia se llevó por delante la nieve y un elevado coste en electricidad para innivar. Así, la estación más próxima del suroccidente asturiano, también tendrá que esperar por una nueva nevada.

Jonathan Gutiérrez tiene una tienda de alquiler y venta de esquís cerca de la estación, en la localidad leonesa de Caboalles de Abajo y su situación no es mejor que la de los negocios del Principado. Sus clientes, muchos de ellos asturianos, están esperando a que nieve para hacer sus compras. “Al perder el mes de diciembre este año ya no habrá beneficios, lo que saque a partir de ahora será para cubrir gastos”, lamenta el propietario de Slalom.

“Aun queda mucha temporada”, rezan los hosteleros y trabajadores del sector, esperando que lo que queda por venir sea mejor. De momento, lo único que pueden hacer es mirar al cielo.

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Fuente: La Voz de Asturias