A pesar de que la temporada no arrancará hasta el 30 de noviembre, la nieve permitirá preparar el terreno para futuras nevadas.

Los amantes de los deportes de nieve calientan motores. La primera nevada de la temporada ha dejado completamente teñidas de blanco las estaciones de la provincia de León y de la comunidad vecina.

El brusco descenso de las temperaturas ha dejado las primeras nevadas en las zonas más altas de la provincia y este sábado ya se podía apreciar una estampa invernal en la estación de esquí de San Isidro.

Lo mismo ha ocurrido en Valgrande-Pajares, donde el personal está ya trabajando para mantener las máquinas y los remontes ante la llegada de las precipitaciones. «En la parte baja (1.450 metros de altitud) tenemos espesores de doce centímetros, y en la parta alta (unos 1.900 metros) llega hasta los 16», informaba el director del equipamiento, Javier Martínez Iglesias.

Una situación que también se ha vivido en Leitariegos, donde las temperaturas se han desplomado hasta los 1,6 grados bajo cero.

El inicio de la temporada de esquí en las tres estaciones aún está todavía lejos, previsto para el 30 de noviembre, pero sin duda estas primeras precipitaciones en forma de nieve permitirán preparar el terreno para las futuras nevadas y así garantizar una buena temporada.

El frente frío continuará durante las próximas jornadas, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que mantiene activada la alerta amarilla por nevadas al menos hasta el lunes.

Además, la cota de la nieve bajará progresivamente hasta los 600 metros durante la jornada de este domingo, por lo que no se descarta que la nieve haga presencia en la capital leonesa.