Toma nota...
Es imposible hablar de Breuil-Cervinia sin recordar, por lo menos una vez, las increíbles
competiciones de Speed skiing que han caracterizado la localidad en los años ‘70.
De 1947, con el récord histórico de Zeno Colò (
159,292 km/h), Breuil-Cervinia se ha convertido en la patria del Speed skiing, conviertiéndose en escenario para muchísimas competiciones, que han visto a los
“hombres jet” protagonistas. Hombres normales, pero caracterizados por un marcado coraje, se lanzaban en las nieves del Piccolo Cervino, vestidos con monos ceñidísimos, cascos aerodinámicos y esquís mucho más largos que lo normal, para alcanzar y superar el
récord de velocidad de la pista, para ganar a sus propios adversarios y al mismo tiempo amigos, que, igual que ellos, habían hecho de esta disciplina una finalidad de vida.
Después de una pausa de veintirés años, en 2001 el Speed skiing volvió en las nieves de Breuil-Cervinia, esta vez en la ladera italiana, para volver a proponer, aunque con materiales y equipos diferentes, el escalofrío que sólo esta competición puede regalar. Por lo tanto cada año, en la pista 6 bis, los atletas, hombres y mujeres, se desafían en esta prueba de velocidad, que ve justo en un valdostano,
Simone Origone, el campeón a ganar, con su récord de 251,400 km/h.
¿Alguien dudaba por que el Matosky estaba buscando cascos aerodinamicos, ropa ceñida y similares...

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