La falta de nieve coloca a Manzaneda ante una grave crisis económica

La crisis económica que arrastra Meisa, la empresa que gestiona la estación invernal de Manzaneda, prácticamente desde su creación ha obligado a su junta general de accionistas a tomar decisiones drásticas para atajar el problema.

En este marco, la compañía llevará a cabo lo que se conoce como una operación acordeón: una medida consistente en reducir el capital social a cero para, posteriormente ampliarlo y que suele utilizarse para enjugar pérdidas e inyectar después nuevos recursos a la sociedad.

A pesar de que en la pasada temporada invernal la estación de Manzaneda recibió un 37% más de visitantes que en la anterior -en total, fueron 169.912-, esta campaña está siendo extremadamente negativa por las malas condiciones adversas. Con todo, la escasez de nieve ha sido, año tras año, la principal causa de la acumulación de pérdidas, una situación que la Administración autonómica ha tratado de compensar con apoyo financiero, lo que ha originado numerosas críticas.

Para algunas de estas voces críticas, el problema no estriba sólo en la adversa meteorología, sino también en algunas de las decisiones adoptadas por la dirección de la empresa. Adriano Brito, secretario comarcal de la CIG -sindicato que mantiene varios litigios con Meisa por asuntos laborales-, asegura que el presidente de la estación pretende llevarla a la quiebra «para despois vendela por catro duros».

Plan de reestructuración
La Xunta, consciente de los problemas económicos de la empresa, está preparando un plan de reestructuración de la estación de Manzaneda en el marco de un proyecto dirigido a potenciar los cuatro grandes espacios naturales ourensanos. «Está pasándoo mal porque non tivo un plantexamento axeitado. Alguén ten que meterlle solucións porque vai a trancas e barrancas», aseguraba el pasado mes de mayo el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, en referencia a Meisa.

A la espera de que el plan anunciado por Vázquez esté listo para su aplicación, la gestorá anulará las acciones actualmente en circulación para, posteriormente, ampliar su capital social hasta los 237.500 euros mediante la emisión de 9.500 nuevos títulos. Los actuales socios tienen reservado el derecho de suscripción. Cada una de las entidades bancarias y Administraciones públicas integradas en el accionariado de Meisa tienen tres meses para ejercitar ese derecho. De no hacerlo, el consejo de administración de la empresa dispondrá de los títulos no suscritos para ofrecérselos a otros posibles inversores. Si no se alcanzan los 237.500 euros de la ampliación acordada, ésta se realizará por lo efectivamente suscrito.

Fuente: La Voz de Galícia