Cuando empecé lo del Snowboard era algo que se veía en el extranjero. Me inicié en el esquí cuando no sabíamos lo que eran los carving y os aseguro que me di muchas galletas, me bloqueé en muchas pistas e incluso dejé de esquiar a mitad de semana en pleno viaje de nieve. Lo retomé con ganas empezando desde cero de nuevo y ahora creo que empiezo a defenderme en las pistas negras.
De todas formas, lo importante es disfrutar tanto en fuera pista como acompañando a un novato en una pista verde (y qué me decís del momento bocata o cervecilla

). La nieve es algo más que deporte.
Creo que cualquiera de las dos disciplinas requieren sacrificio y esfuerzo. Por eso, cualquier evolución, por pequeña que sea, es una gran conquista.
Alguien apuntó que para hablar con propiedad es necesario haber probado las dos modalidades. No le falta razón.
Lo único que les envidio a mis amigos del snow son esas botas tan fantásticas. Parecen mucho más cómodas que las que calzamos los palilleros.