Los trabajadores cortan el acceso a la estación de Pajares durante tres horas. El Principado abre una investigación para identificar a los autores. El comité de empresa exige que se anule la contratación del nuevo personal temporal.

A perro flaco todo son pulgas. La estación invernal de Valgrande-Pajares vivió ayer un capítulo más de una historia que parece no tendrá un final feliz. Los trabajadores del complejo cortaron ayer, en torno a las siete de la mañana, el acceso a las instalaciones de esquí utilizando maquinaria de la propia estación, como palas quitanieves. Un hecho que el director, Felipe García Pertierra, calificó como «muy grave». Tras más de tres horas de interrupción del tráfico, los operarios retiraron las máquinas y permitieron de nuevo la circulación hacia el complejo invernal.

El responsable de las instalaciones lenenses anunció que ya se ha elaborado un informe y se ha abierto una investigación para identificar a los autores de la protesta, según advirtió Pertierra:

«El hecho de haber utilizado una máquina quitanieves y una pala cargadora propiedad de la propia estación supone una acción de gravedad por la que deben responder sus responsables»

El corte del acceso a Valgrande impidió, además, que los dos operarios que entran al trabajo a las 7 de la mañana para comprobar el estado de las pistas y emitir el primer parte informativo de la jornada, pudieran llegar a la estación.

Mientras, el presidente del comité de empresa y portavoz de los trabajadores, Julio Antuña, se desmarcó de esta acción, aunque aseguró que 

«si fueron los trabajadores, es comprensible que haya un nivel de crispación alto y que alguien pueda perder los nervios ante lo que consideramos una injusticia y un chanchullo.

Nosotros insistimos en las medidas acordadas en al asamblea, que son la ampliación y recuperación de algunos servicios y la contratación de más personal para abrir toda la estación al completo».

La contratación de los nuevos 25 operarios que pasarán a realizar las labores de mantenimiento y administración de Pajares, a partir del día 1, se realizó, en la tarde de ayer, por medio de un sorteo. Los nuevos empleados sustituyen a los que no se les renovó el contrato que vencía el día de hoy. Julio Antuña denunció que 

«el criterio que sigue el Serpa para seleccionar a los nuevos operarios es un chanchullo y se realiza por sorteo sin importar los méritos o experiencia de los trabajadores, un método que sospechamos es totalmente irregular. Por tanto, desde el comité de empresa se exige a la Dirección General de Deportes que dé marcha atrás, anule el proceso de contratación de los nuevos empleados, renueve a los actuales y dialogue con los representantes de los trabajadores para llegar a una solución buena para todos».

Antuña dio de plazo hasta el 4 de enero para negociar y evitar «medidas más intensas».

El diputado regional del PP, Alfonso Román López, exigió ayer la comparecencia urgente del Director General de Deportes Misael Fernández Porrón, en la comisión de Cultura, para que dé cuenta de los «graves problemas» por los que atraviesa la estación de Pajares.


La estación de Pajares pierde el 81% de sus usuarios tras las últimas averías

La estación de esquí de Pajares solo registró ayer 277 usuarios en una jornada en la que puso en funcionamiento el telesilla de Brañillín (inoperativo desde que se estropeó el domingo) y ya había recuperado el suministro eléctrico después de que se viera obligada a cortar la luz y cerrar el complejo anteayer, a raíz de una avería eléctrica surgida en la urbanización contigua.

La cifra de uusarios que utilizaron ayer sus pistas supone una pérdida de un 81% respecto a la afluencia media que tenía el complejo invernal antes de que se produjeran estos incidentes y que rondaba los 1.500 usuarios. Pese a que la dirección del complejo atribuyó tan baja cifra a

«la intensidad del viento de primera hora de la mañana, lo que impidió la apertura de los remontes hasta las 11 horas»

Los esquiadores no lo tienen tan claro, tal como indicó un usuario Ignacio Gutiérrez,

«Que falle un día, bueno; dos, es casualidad, pero tres, ya huele mal. Si en toda España suele fallar un telesilla al año, ¿cómo es posible que se dé el mismo problema tres seguidos en la misma estación».

Los deportistas atribuyen los últimos incidentes al «boicot» de los trabajadores, pese a que este extremo ya ha sido desmentido por la dirección de Pajares. A 26 empleados se les acaba el contrato mañana y las medidas que solicita la plantilla no parece que vayan a ser atendidas. Arturo Soler, otro usuario, señaló que,

«aunque la estación no tenga la culpa, son dos horas perdidas, así que nos vamos para Fuentes de Invierno».

Soler ya sufrió días atrás las consecuencias de la avería en el telesilla Brañillín. Aun y todo, los 277 usuarios pudieron disfrutar de 11 pistas y cuatro remontes en funcionamiento, con más de 6 kilómetros esquiables y alguna llovizna.


Temporada «inamovible»

El director del complejo lenense, Felipe Pertierra, anunció ayer que las pretensiones de la plantilla, acordadas anteayer en asamblea, son «son técnicamente imposibles de ponerse en práctica». Con el objetivo de garantizar el servicio a los usuarios, los empleados solicitaron más personal, trabajar una hora más los viernes, sábados y vísperas de festivos, tal y como se hacía años anteriores, y recuperar el esquí nocturno, de 18 a 21 horas. Asimismo, propusieron que se amplíe la temporada de esquí hasta pasada la Semana Santa.

Pertierra aseguró que

«la estación tiene una autorización de uso y funcionamiento de las instalaciones emitida por la Dirección General de Transportes, que delimita los horarios y servicios a ofertar, así como una serie de contratos que tienen fijados horarios de servicios, como por ejemplo el transporte del personal».

El director general de Deportes, Misael Fernández Porrón, abundó en que las reglas las marca el Principado y no los trabajadores. «Son cuestiones inamovibles», continuó, a la par que descartó la ampliación de la temporada hasta después de Semana Santa, tal y como venía ocurriendo otros años «La apertura y el cierre están fijadas y no se va a cambiar».

Por su parte, la Sociedad de Servicios del Principado (Serpa) inició ayer las pruebas de selección para incorporar a los nuevos trabajadores de mantenimiento que sustituirán a los 26 empleados temporales a los que se le finaliza el contrato mañana.

José Manuel Fernández, miembro del comité de empresa, aseguró que a pesar de que Serpa sea pública
«realiza una gestión privada, ya que los nuevos empleados serán seleccionados sin pasar por las bolsas de trabajo. Tendrán distinto contrato y condiciones laborales».

Además indicó que el Principado debería haber sacado a concurso la gestión del personal y no adjudicarla directamente a Serpa.



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Fuente: La Nueva España & El Comercio Digital