La escasez de nieve y frio que permita poner en marcha el sistema de innivación artificial, retrasa por segundo año consecutivo el inicio de temporada oficial.

Pese a que la  Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) registraba en la noche del pasado martes la segunda temperatura más baja del país en el puerto de San Isidro, con -6,6 grados, sólo superados por los -8 grados de La Raca, en Huesca, la estación invernal no abrirá para el puente de diciembre. Por segundo año consecutivo, las instalaciones se quedan huérfanas de esquiadores, lejos del buen comienzo de temporada que se vivió en 2021.

La falta de nieve, que también se reproduce en la otra estación invernal leonesa, Leitariegos-Valle de Laciana, no se resolverá en el corto plazo, de acuerdo a las predicciones meteorológicas. Aunque Aemet prevé que puedan darse pequeñas precipitaciones, el mapa avanza que para la semana entrante podrían volver a subir las temperaturas e, incluso, coincidir con lluvias que terminarían de estropear el escenario para la práctica del esquí.

El escaso manto que recubre por ahora la estación se queda corto para la apertura, aunque tan sólo fuera de la zona de Cebolledo. No hay suficiente, ni se dan las condiciones para que contribuyan en exceso los cañones que no hacen nieve, sino que pulverizan agua que se congela a temperatura ambiente y con la humedad adecuada. Por encima de cero grados, se complica.

Los cierres de San Isidro y Leitariegos se repiten por todas las estaciones de las cordillera Cantábrica. No tienen tampoco  nieve para poder funcionar en el Pirineo Aragonés, ni en el Sistema Central, ni en el Ibérico, donde sólo funciona Valdelinares. Más  suerte han tenido en el Pirineo Catalán, donde están abiertas diez estaciones y sólo queda por sumarse Tavascán, aunque sólo en Baqueira, Masella y Alp 2500 se superan los 8 kilómetros de pistas. En Sierra Nevada, hay apenas 4,4 kilómetros en funcionamiento de 112,5 totales.

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Fuente: Diario de León