Como y cuando empezar a enseñar a esquiar a los niños
La edad ideal para empezar a esquiar es a partir de los 5 años.
En fila india detrás del monitor y ataviados con un dorsal fluorescente hasta las rodillas, con el mensaje en la espalda de "atención, soy pequeño". Motivados por sus padres, el esquí será para el más pequeño de la familia tan sólo un juego, nunca una imposición. Un aprendizaje óptimo es aquel que respeta la edad del niño. El primer contacto con la nieve puede realizarse incluso antes de que el pequeño camine, pero los primeros descensos no son aconsejables antes de haber cumplido los cinco años.
El esquí es una práctica muy divertida que hará, sin lugar a dudas, las delicias de los más pequeños. Sin embargo, la afición de los padres crea a menudo la obligación de los hijos. Es fundamental no forzar al niño a esquiar si éste no quiere. El contacto con la nieve debe hacerse de manera progresiva. Para ello, es imprescindible respetar las etapas de crecimiento con el fin de garantizar su integridad física.
No hay que empezar a esquiar antes de los cuatro o cinco años. Jordi Sapena Grau, coordinador de las urgencias pediátricas del Centro Médico Teknon de Barcelona, explica que el niño no empieza a desarrollar sus capacidades psicomotrices hasta los 3-4 años. Si bien es cierto que cada uno crece a su nivel, la máxima coordinación y capacidad para aprender y disfrutar de la técnica del esquí será entre los 5 y 6 años. Así, "una práctica temprana del deporte blanco supondría, pues, un riesgo para el pequeño y aunque un bebé de seis meses puede ir a la nieve, el primer contacto no se aconseja antes de los 2 o 3 años. En esta edad pueden calzar unos esquís de plástico y dar los primeros pasos en una pista totalmente llana", añade Sapena.
Las primeras trazas sobre la nieve deben hacerse siempre de la mano de un profesor y, obviamente, en una zona balizada. Josep M. Buló, traumatólogo en medicina deportiva y médico de la Real Federación Española de Deportes de Invierno, comenta que la guardería o el parque infantil de nieve será el lugar más favorable para dar los primeros pasos. Asimismo - y lejos del tránsito de las pistas- los cursillos de esquí infantiles con monitores especializados serán la mejor opción para que el pequeño aprenda con total garantía.
Con una larga experiencia en el mundo del esquí, Buló recomienda evitar los días de frío intenso, vestir al niño siempre por tres capas, protegerle los ojos con gafas de nieve, además de aplicarle un protector solar. Finalmente insiste en el uso de las protecciones dorsales (que amparan los golpes desde la zona lumbar hasta la cervical), así como la importancia de llevar casco, obligatorio a partir del próximo año para menores de 14 años.
Fuente: Nevasport
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